martes, 8 de abril de 2008

Desiderata

Camina placidamente entre el ruido y las prisas, y recuerda la paz que puede haber en el silencio. Siempre que sea posible y sin rendirte, mantén buenas relaciones con todas las personas. Di tu verdad de una manera clara y serena; y escucha a los demás, incluso al torpe e ignorante, también ellos tienen su propia historia que contar. Evita a las personas ruidosas y agresivas, son vejaciones para el espíritu. Si te comparas con los demás, puedes volverte vanidoso y amargado, pues siempre habrá personas mejores y peores que tú.

Disfruta de tus éxitos lo mismo que de tus planes. Mantén el interés en tu propia carrera por humilde que sea, esta es un verdadero tesoro en el fortuito cambiar de los tiempos. Sé precavido en los negocios pues el mundo está lleno de engaños, pero no dejes que esto te ciegue ante la virtud que existe. Hay muchas personas que se esfuerzan por alcanzar nobles ideales. La vida esta llena de heroísmo. Sé sincero contigo mismo, en especial no finjas el afecto. Tampoco seas cínico en el amor, pues en medio de todas las arideces y desengaños, es perenne como la hierba.

Acepta mansamente el consejo de los años y renuncia con elegancia a las cosas de la juventud. Nutre la fortaleza de tu espíritu para que te proteja ante la desgracia inesperada. Pero no te turbes con negras fantasías, pues muchos temores nacen de la fatiga y la soledad. Sobre una sana disciplina, se suave contigo mismo. Eres una criatura del universo, no menos que las plantas y las estrellas. Tienes derecho a existir.

Y tanto si lo ves claramente como si no, el universo marcha tal y como debe. Por lo tanto, vive en paz con Dios, cualquiera que sea tu idea de El. Y sean cuales sean tus afanes y aspiraciones, en la ruidosa confusión de la vida, vive en paz con tu alma. Aún con toda sus mentiras, penalidades y sueños rotos, el mundo es todavía hermoso. Sé alegre. Lucha por ser feliz.


Desiderata
Atribuido a Max Ehrmann, 1927




2 comentarios:

Cinéfilo7 dijo...

Sigue formentando la lectura, eres un crack!

Anónimo dijo...

Sabias palabras que nos reconfortaron el alma aun con el cuerpo molido, aquellos días en que seguíamos a las estrellas :)