Ahí estaba yo. Es decir, Alex y mis tres drugos. O sea Pete, Georgi y Dim. Estábamos sentados en el Milk Bar Korova, exprimiéndonos las rasureras para encontrar algo con que ocupar la noche. En el Korova Milk Bar servían lacta plus. Leche con velloceta o con dentramina... que es lo que estábamos bebiendo. Eso nos aguzaba los sentidos y nos dejaba listos para una nueva sesión de ultraviolencia.
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... y de pronto... ¿qué me diríais? Nuestro viejo amigo, el vino rojo, rojo, que es el mismo en todas partes, estaba allí a pedir de boca chorreando. ¡Qué belleza!
¡¡Pero no es justo; no es justo que sienta náuseas oyendo al divino divino Ludwig Van!!
y aquí lo dejo... que me duele ya mucho la quijotera.
1 comentarios:
Hola hola hola, Georgi muchacho ;)
Una dosis de drugo al año descarga la adrenalina acumulada, siempre acompañada de nuestra querida LacTapLus.. ;)
Te vaya bien, querido yerno!
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